HIDRATOS DE CARBONO
Vamos a hablar de éste
concepto nombrado como Hidratos de carbono, carbohidratos, glúcidos, azúcares o sacáridos y que tanto se escucha en dietas
de adelgazamiento, planes de alimentación, televisión, revistas, etc.
Concepto que nunca se llega a explicar
adecuadamente.
Inicialmente y de forma
muy breve podríamos decir que son el principal "combustible" de
nuestro organismo e imprescindibles para el de nuestro cerebro.
Adentrándonos más específicamente
en el concepto los hidratos de carbono están considerados como
la forma de almacenamiento energético y constituyen uno de los tres principales
grupos químicos que componen la materia orgánica (las proteínas y las grasas).
Los hidratos de carbono se dividen en dos
grupos: simples (como
el azúcar y la miel) y compuestos (cereales, legumbres,
Según el tipo de
hidratos desarrollan diferentes funciones en nuestro organismo, como por
ejemplo el mantenimiento de la temperatura corporal, mantenimiento de la
tensión arterial, “colaborar” en el impulso de la actividad neuronal o la
conservación del ejercicio adecuado de los intestinos.
Es importante destacar
que los hidratos de carbono cumplen con un rol fundamental en la nutrición. Entre
un 55-60% de la energía diaria que requiere el organismo para su correcto
funcionamiento debería de venir de los hidratos de carbono ricos en almidón, como
las pastas, los cereales, las legumbres, las frutas y las verduras. Además
frutas y verduras aportan vitaminas y minerales, por lo que resulta importantísimo incluirnos
en nuestra alimentación diaria.
El “popular” miedo a los Hidratos de Carbono
La función de este principio
inmediato y nutriente en nuestra dieta es fundamental ya que consiste en
nuestra principal fuente de energía.
Los Hidratos de Carbono
son los encargados de aportarnos la glucosa, que se va a asimilar para
convertirse en nuestro combustible para el normal funcionamiento de nuestro organismo.
A pesar de la creencia
generalizada de que son los principales “enemigos” de nuestra figura, es
necesario comprender que cuando engordamos lo que falla en nuestra dieta no es
el consumo de hidratos de carbono, sino el exceso de calorías totales al
día y en muchas ocasiones la inadecuada proporción de nutrientes.
Para mantener nuestro
peso debemos de mantener un equilibrio entre el gasto calórico por ejercicio y
la ingesta de calorías de nuestra alimentación. Cuando consumimos alimentos con
un nivel calórico superior al que quemamos con nuestro ejercicio, entonces
engordaremos porque nuestro cuerpo guardará ese exceso calórico en forma de
grasa. Por el contrario, cuando bajamos de peso lo que ocurre es que consumimos
menos energía de la que quemamos por lo que a nuestro cuerpo no le queda otra
que utilizar la que se encuentra almacenada.
En lo que respecta a la
cantidad de calorías que nos aportan los hidratos de
carbono, debemos tener presente que existen distintos alimentos de este
tipo, donde cada uno aporta niveles calóricos más o menos altos.
Las calorías que más
deberían preocuparnos son aquellas que
provienen de alimentos ricos en grasas puesto que son las más
difíciles de asimilar por el organismo y que terminan acumulándose en las
reservas.
Las calorías de
los hidratos de carbono, sobre
todo aquellos ricos en azúcar,
nos aportan una cantidad
de energía casi instantánea que puede quemarse rápidamente realizando ejercicio
físico pero de otra forma se acumularán
en las reservas. Otra opción adecuada es consumir hidratos de
tipo integral, los cuales requieren de un proceso de absorción mucho más
lento y por tanto su combustión es más provechosa y no se absorbe de forma
inmediata a diferencia de los azúcares.
Existen además otro tipo
de hidratos que son aquellos que aportan calorías sin muchos más nutrientes que
glucosa y dentro de esta clasificación se encuentran las bebidas azucaradas o dulces
fabricados con azúcares refinados. Son
los más peligrosos porque son las que se acumulan más fácilmente,
colaborando positivamente con el aumento de peso.
Dicho todo esto, cabe
mencionar que, si bien ciertos hidratos de carbono contienen un nivel calórico
alto que provoca el aumento de peso, no todos pertenecen a este grupo y son
sumamente importantes para tener una alimentación equilibrada. Lo
importante es saber qué, cómo y
cuánto comer teniendo en cuenta la importancia de la actividad física
en una vida saludable.
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